¿Conviene hacer cambio de hipoteca de interés fijo a variable?
Comprar un inmueble no es sencillo; sin embargo, con la asesoría adecuada es mucho más factible alcanzar este objetivo, ya que hay muchos factores o elementos a considerar. Tomando en cuenta la cuantía que requiere este tipo de inversión, resulta de vital importancia analizar todas las variables y, sin duda alguna, una de las más destacadas es la de los tipos de hipotecas.
En este sentido, RK Futurpiso, inmobiliaria en Paiporta, se posiciona como una de las mejores opciones no solo para la búsqueda de piso, sino también para recibir asesoría sobre este tipo de elementos que son claves para determinar si podemos o no asumir este tipo de compromiso financiero a largo plazo.
Tipos de hipotecas
En el mercado actual contamos con varios tipos de hipotecas, pero las más destacadas son las variables, las fijas y las mixtas. A continuación, compartimos contigo algunas de las características más destacadas de estos tipos de hipotecas, ya que, en función de ello, podemos determinar cuál es el tipo más conveniente para nuestra situación actual y perfil de inversionista.
Hipoteca variable
La hipoteca variable es aquella que, como su nombre lo indica, varía en función de las fluctuaciones del euríbor. Lo más usual es que se utilice el dato del euríbor del mes en el cual se firma la hipoteca, así como también cada vez que se realice una revisión del mismo.
En función de esa revisión también varía el interés de la hipoteca. De esta forma si el interés baja también se reducen las cuotas de hipoteca, pero si sube, tal como ocurrió el año pasado, la cuota de la hipoteca también se encarece. Otro dato importante a tomar en consideración es que las hipotecas variables se destacan por tener unos periodos de amortización que, generalmente, son más amplios y que incluso pueden llegar hasta los 40 años, sin contar con el hecho de tener comisiones más bajas.
Hipoteca fija
Este tipo de hipoteca es estable, ya que se calcula el tipo de interés de manera fija y el comprador sabe la cuota que va a pagar cada mes con total seguridad. La ventaja es que permite una mejor planificación financiera. Es decir, no hay ningún tipo de variación, ya que no utiliza el euríbor para calcular el correspondiente tipo de interés.
Como consecuencia, los intereses y cuotas no se ven afectadas en ningún momento por las subidas o bajadas del mismo. La única forma en la que pueda variar el tipo de interés es si se incumplen con las condiciones acordadas con la entidad financiera, tales como la compra de un determinado seguro, la vinculación de la nómina, entre otros.
Hipoteca mixta
Este tipo de hipoteca tiene un comportamiento similar a la variable, ya que combina una tasa fija y una variable. De forma más específica, durante los primeros años las cuotas de la hipoteca son mucho más estables, porque se utiliza un tipo de interés fijo. Pero, pasados esos primeros años, la entidad financiera comienza a aplicar el interés en función del euríbor.
Por ejemplo, para una hipoteca a 30 años, durante los primeros días se paga una cuota con intereses fijos, mientras que los 20 años restantes se deberá pagar la cuota en función del interés variable.
¿Es conveniente el cambio de una hipoteca de interés fijo a variable?
A principios de año resultaba conveniente cambiar las hipotecas variables a hipotecas de interés fijo. Sin embargo, considerando la estabilidad que ha conseguido el euríbor en los últimos meses, la situación, hoy en día, es completamente diferente.
De hecho, si el perfil del comprador es un poco más arriesgado resulta ampliamente recomendable y conveniente hacer el cambio de hipoteca de interés fijo a variable. Esto se debe a la posibilidad de pagar mucho menos en cada cuota mensual y, adicionalmente, tener acceso a otro tipo de condiciones más interesantes a largo plazo.
Pese a lo anterior, la decisión siempre dependerá no solo del perfil de cada comprador, sino de las condiciones específicas del mercado y las proyecciones que se hagan del mismo a largo plazo. Es por ello que resulta tan importante buscar asesoría profesional en el sector inmobiliario, así como también en el sector financiero para tomar decisiones que resulten mucho más convenientes, tanto en el presente como de cara al futuro.