Article d'opinió de Rafael Balaguer, coordinador de comunicación de Sociedad Civil de Alcoy y su entorno
El valor del agua depurada
La utilización de agua potable para limpiar nuestras calles es una práctica que debemos reconsiderar.En la búsqueda constante de prácticas más sosten…
La utilización de agua potable para limpiar nuestras calles es una práctica que debemos reconsiderar.
En la búsqueda constante de prácticas más sostenibles y amigables con el medio ambiente, es crucial que las autoridades municipales consideren alternativas más responsables para la limpieza de nuestras calles. En lugar de utilizar agua potable, un recurso valioso y escaso, propongo que se emplee agua depurada de la planta de tratamiento de aguas residuales.
El agua potable es un recurso preciado que deberíamos preservar para el consumo humano y otras necesidades esenciales. Al utilizarla para las calles, estamos desperdiciando un recurso limitado. En cambio, si empleamos agua depurada, liberamos agua potable para otros fines más críticos.
La utilización de agua depurada reduce la carga sobre los manantiales y acuíferos locales. Además, al reutilizar el agua tratada, estamos contribuyendo a la conservación de nuestros ecosistemas acuáticos y reduciendo la extracción de agua dulce de fuentes naturales.
El uso excesivo de agua potable para limpiar calles afecta a los ecosistemas locales. Los ríos, arroyos y acuíferos se ven comprometidos cuando extraemos grandes cantidades de agua para fines no esenciales.
Las plantas de tratamiento modernas producen agua depurada de alta calidad que cumple con los estándares sanitarios y ambientales. Esta agua es perfectamente adecuada para tareas de limpieza, como barrer calles y lavar aceras. También es ideal para el riego de parques y jardines públicos. Al utilizarla en áreas verdes, contribuimos a la conservación de agua potable y reducimos la carga sobre los recursos naturales.
Utilizar agua depurada para tareas no esenciales, como la limpieza de calles, es coherente con los objetivos de desarrollo sostenible.
Al adoptar esta práctica, las autoridades pueden educar a la comunidad sobre la importancia de la gestión responsable del agua. Al mostrar el ejemplo de utilizar agua depurada, fomentamos una mentalidad más consciente y sostenible entre los ciudadanos.
En resumen, insto a las autoridades a considerar seriamente la transición hacia el uso del agua depurada para la limpieza de calles. No solo es una solución práctica y sostenible, sino que también demuestra nuestro compromiso con la preservación de nuestros recursos naturales para las generaciones futuras.