Es el tratamiento de ortodoncia que ha ganado más popularidad en los últimos años y esto ha llevado a que cada vez esté más extendido en clínicas de todas las ciudades de España. Sin embargo, este auge también tiene su contrapartida. Hablamos de los alineadores invisibles.
La alternativa a los brackets causa mucho interés entre la población por ventajas como un menor tiempo de tratamiento, más comodidad para el paciente y no tener que cambiar de estilo de vida. Además, estos alineadores son más higiénicos y menos dolorosos.
Estos aspectos positivos están provocando la aparición de clínicas aparentemente seguras y profesionales que ofrecen tratamientos muy económicos. Muchas empresas publicitan ofertas en televisión, prensa o redes sociales que a menudo no son tan satisfactorios como dicen vender.
Un tratamiento seguro, pero no en todos los casos
La ortodoncia invisible se basa en el uso de férulas transparentes sustituibles cada cierto tiempo que van corrigiendo la posición de las piezas dentales. Son más cómodos que los brackets porque se pueden retirar temporalmente para comer y para limpiarlos. Además, resultan más estéticos y no provocan los episodios de dolor tan comunes en la ortodoncia tradicional.
No obstante, no hay que olvidar que la eficacia de este tratamiento va ligada directamente al buen comportamiento del paciente. Los alineadores invisibles hay que llevarlos todo el día, salvo el momento de las comidas.
Por otra parte, el éxito en la ortodoncia invisible va muy de la mano de la trayectoria profesional del centro que ofrezca este tratamiento. Un ejemplo es Clinica Mariana Sacoto Barcelona. La doctora Sacoto es una de las pioneras con este sistema en España y ofrece una inmejorable relación calidad – precio.
En esta clínica todos los tratamientos son 100% presenciales. Y es que ahí radica uno de los grandes problemas de las ortodoncias mal hechas. Los alineadores invisibles son específicos para cada paciente y requieren de un plan individualizado y con seguimiento constante.
No merece la pena arriesgar la salud bucodental por ahorrar un poco de dinero. Esas clínicas que ofrecen tratamientos low cost acuden, constantemente, a rebajas en la calidad de sus tratamientos: estudios no personalizados, seguimiento insuficiente, diagnósticos mal ejecutados y problemas añadidos que pueden derivar en trastornos que empeoren el tratamiento inicial.
En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Agencia Española de Ortodoncistas (AESOR) ya han advertido sobre estas prácticas. A juicio de estas entidades y de clínicas de odontología de prestigio, la única forma de conseguir un buen resultado con la ortodoncia invisible es ponerse en manos de profesionales que estudian cada caso de manera pormenorizada e individualizada.
¿Qué consecuencias derivan de una mala ortodoncia invisible?
Los expertos señalan que los clientes que se someten a este tratamiento deben recibir entre 3 y 6 férulas durante todo el proceso. Esa cantidad variable va a depender del grado de corrección en la posición dental.
Las férulas se sustituyen de manera periódica siguiendo las indicaciones de los ortodoncistas. Es este seguimiento tan preciso el que determina el éxito del tratamiento. Por otra parte, una vez finalizado el tiempo de usar las férulas hay que proceder con otro periodo de retención con retenedores fijos, también bajo la vigilancia de los profesionales.
En caso de que todo este proceso no se ejecute con el máximo rigor es cuando aparecen problemas variados como episodios de dolor o movilidad de las piezas dentales. Hay pacientes que han experimentado movilidad en sus dientes, como si fueran de leche.
El dolor, que también es frecuente, suele deberse al uso de férulas no personalizadas, que no se ajustan bien a la posición de las arcadas dentarias. En las situaciones más extremas, esto puede llevar incluso al abandono del tratamiento.
Otro problema muy común son enfermedades periodontales como la exposición de las encías y su retracción. Ocurre, nuevamente, porque no se plantean procesos personalizados y no se tienen en cuenta la parte ósea de los dientes.
Por último, a veces el tratamiento resulta aparentemente satisfactorio, con una mejora estética muy apreciable. Pero si esta mejoría no va de la mano de una funcionalidad correcta (problemas de mordida), la ortodoncia invisible no habrá sido plena.
En salud dental es una mala idea dejarse llevar por ofertas muy tentadoras con precios atractivos. Los servicios low cost pueden derivar en ortodoncias mal hechas que pueden poner en riesgo la salud bucodental. Siempre es mejor confiar en profesionales de prestigio y clínicas con amplia experiencia.