Opinió de Marta Koli, delegada d'Afroféminas per a Madrid, sobre el 'blackface' a la Cavalcada d'Alcoi

Muchas personas celebran la Navidad de una manera especial, sean creyentes o no, aprovechan estas fiestas para reunirse con sus seres queridos, celebrar y finalmente dar la bienvenida a un nuevo año. Existen múltiples eventos y festejos pero queremos poner el foco en las cabalgatas de los Reyes Magos. En éstas se dan regalos a niños de diferentes edades y ciudades y suponen un momento mágico en el que los pequeños pueden hacer sus sueños realidad. Pero, ¿qué pasa si en una de esas cabalgatas se está vulnerando la dignidad humana, esto es, el derecho que tiene cada ser humano de ser respetado y valorado solo por el hecho de ser persona?.

Cada cinco de enero en la localidad de Alcoy (Alicante) tiene lugar una peculiar cabalgata de Reyes Magos. Es la más antigua de España y ha sido declarada fiesta de interés turístico. No dudamos de la magnitud de esta fiesta, no obstante, durante esta celebración tiene lugar un acto poco común que no ocurre en el resto de cabalgatas del país. Numerosas personas se pintan la cara con betún o maquillaje para oscurecer sus pieles y trasformarse en pajes negros por una noche para después entregar regalos a los menores. 

Algunas personas blancas no son capaces de empatizar ni de entender el motivo por el que las personas que somos negras de nacimiento encontramos en esta práctica una ofensa. Entendemos que se trata de una burla hacia toda una comunidad. Lo primero que nos vino a la mente al conocer esta tradición fue que claramente banaliza y ridiculiza nuestra existencia, convirtiéndola en un disfraz de un día al año. No es comprensible que a estas alturas se perpetúe esta celebración que data de 1866, sin modificar ni un ápice de la misma, ya que han pasado más de cien años y hoy no vale lo mismo que valió entonces. 

Ciertos habitantes de Alcoy creen que hemos querido crear una guerra, que les estamos juzgando y que queremos dañar su cultura o a sus ciudadanos pero no pueden estar más equivocados ya que consideramos que somos nosotros la parte de la sociedad que es vilipendiada año tras año. No tenemos ningún problema con la tradición en sí misma ni con el hecho de entregar regalos a niños para los que probablemente esta sea la mejor noche del año. Pero sí tenemos un problema con que para hacer de este momento un momento mágico, algunos habitantes se pinten la cara de color negro para que no se les reconozca. Con la cantidad de colores que hay, podrían utilizar otro o incluso máscaras. 

Tenemos en este país una maravillosa riqueza cultural y una amplia diversidad fruto del paso del tiempo y de las migraciones. Existen personas de toda etnia y condición. Muchas personas negras hemos nacido en España y somos españoles, otras viven aquí desde hace mucho, y otras desde hace no tanto, pero todos estamos aquí, en España, en 2017. Somos una realidad y merecemos visibilidad, dignidad y respeto. Solicitamos la renovación de esta tradición concreta practicada en esta cabalgata y su adaptación a los tiempos que vivimos. 

Nuestro objetivo es lograr la modificación, actualización y adaptación de esta tradición. Creemos que se puede hacer una fiesta inclusiva donde gente de todo tipo, con diferentes rasgos, acentos, culturas y condición se de la mano y conviva de una manera respetuosa y donde ninguna persona resulte damnificada por el color de su piel o rasgos. Este país ha cambiado y debemos abrir la mente y ampliar horizontes si de verdad queremos avanzar. La evolución no es el problema, es la solución.

Opinió d'Afroféminas sobre el 'blackface' a la Cavalcada d'Alcoi