El té verde es consumido en todo el mundo por su sabor y beneficios para la salud
No hay nada como un té verde para acompañar las comidas o para simplemente disfrutar junto al atardecer. Esta bebida, tan exquisita y compleja en textura, ha sido de gran importancia en las tradiciones y culturas de los países asiáticos
El té verde es una de esas bebidas indispensables para empezar la mañana, o más bien para acompañar el descanso de la tarde. Tiene un sabor refrescante y un poco amargo, el cual resulta ideal para acompañar todo tipo de comidas. Al poderse consumir frío o caliente, se puede incorporar tanto a desayuno, almuerzo o cena.
Existen distintas variedades de té verde, como el sencha, gyokuro o matcha, sin embargo, todas se caracterizan por ser una infusión agradable, con aromas florales y con un sabor agridulce que encanta a todos. Además, ofrece beneficios para la salud como la prevención del cáncer, retardo del envejecimiento, pérdida de peso, entre otros.
Consumir esta bebida es bueno tanto para la salud como para el paladar. Su dulzura es sutil y su pequeña amargura brinda equilibrio y complejidad al té, consiguiendo una bebida que simplemente no se puede imitar. Tiene, además, un ligero sabor vegetal y herbáceo que diferencia a este té de otras presentaciones disponibles en el mercado
Historia e importancia del té verde
La historia del té verde es muy amplia, y existen varias versiones sobre su origen. Según cuentan las leyendas en 2737 a.C., un emperador chino estaba hirviendo agua y una hoja de té cayó en ella. Probó el resultado y le pareció agradable, por lo que perfeccionó la receta hasta crear el té verde que hoy en día se conoce.
Otra versión del origen de esta bebida, con más evidencia documental, se encuentra en el libro The Classic of Tea, escrito por Lu Yu durante la dinastía Tang, en el siglo VIII. Este libro contiene el primer registro sobre cómo vaporizar las hojas para producir el té, las formas de las plantas de té, cómo cultivarlas y procesarlas.
El té verde poco a poco fue evolucionando, cada cultura encontraba su manera propia de cultivarlo y producirlo, hasta que se llega al punto actual en el que el té es apreciado en todas partes del mundo. China, Sri Lanka, India y Japón son los países que más producen el té verde, aun así, estas infusiones pueden adquirirse en prácticamente todos los países.
En la cultura asiática, el té verde es importante tanto en Japón como en China, países en donde el consumo de esta bebida es toda una tradición. En otras culturas, el té verde se conoce como un lujo más allá de lo mundano, una bebida elegante, pero que no llega a la vulgaridad y embriaguez producida por el vino. Por esta razón, es muy popular entre los círculos cultos y de alta clase.
Tipos de té verde
Entre las variantes de té verde más populares vale la pena destacar el sencha, el té verde más común en Japón. Su sabor es herbáceo y se prepara al vapor, lo cual ayuda a detener la oxidación de sus hojas. Además, las hojas tampoco se trituran. Su color es más verde y un sabor ligeramente más amargo que las variantes chinas.
El matcha es otro té muy popular, y se fabrica moliendo las hojas de té en un polvo fino. Esto hace que su preparación sea distinta a las hojas de té o las bolsitas de té: el matcha se debe batir hasta obtener una espuma, similar a como se prepararía un zumo o una leche en polvo. El sabor de esta variante es más fuerte, pues al moler la hoja se termina consumiendo la hoja entera.
Finalmente se puede mencionar el gyokuro, un té verde que se destaca por sus hojas cultivadas bajo la sombra. Las plantas se protegen del sol durante un mes antes de cosecharlas, lo cual se traduce en un sabor más interesante y complejo, más intenso que el del sencha, pero no tanto como el del matcha. Es una opción ideal para los que buscan un intermedio