Las Rías Baixas ofrecen al visitante un gran catálogo de rutas y actividades
Desde degustaciones de mejillones en bateas, hasta visitar ciudades como Vigo y Pontevedra, sin olvidar las bonitas islas Cíes
Galicia es una tierra de contrastes y con una historia, un patrimonio, gastronomía y paisajes de ensueño. Eso lleva a pensar que las posibilidades para el visitante son infinitas. No en vano, si el paisaje de interior gallego es interesante, no deja de serlo menos el costero con sus acantilados, rías y pequeños archipiélagos que conforman una costa única en el mundo.
La relación de Galicia con el mar es conocida desde la antigüedad. Es más, el cabo de Finisterre, durante siglos, se consideró el último confín del mundo conocido. Tierra de peregrinaje y centro de la ruta Xacobea. Galicia, en sí misma, atrae desde los ancestros por su magnetismo y amplia cultura.
Pero si existe un lugar privilegiado por diversas cuestiones, esas son las Rías Baixas. Sin duda, conocer las Rias Baixas es una de las mejores opciones que puede decidir un viajero cuando apunta en su destino a Galicia. También desde ahí pueden partir una serie de rutas que harán adentrarse al que se aventure en lo más esencial de esta comunidad autónoma.
En esa línea, se van a proponer hasta cinco rutas con las que poder adentrarse en las entrañas gallegas y conocer rincones de ensueño que quedarán, para siempre, grabados en los recuerdos y postales del que las disfrute.
Punta de partida: Rías Baixas
Como se ha venido comentando a lo largo del artículo, en Galicia un viajero puede optar por múltiples opciones, ya que es posible hacer turismo gastronómico, monumental, natural y hasta enológico. Por eso, conocer Galicia es hacerlo de una tierra rica tanto en patrimonio material como inmaterial. Aquí las cinco rutas con las que se podrá disfrutar de una multitud de atractivos diversos:
Ruta por O Grove
¿Te gustan los mejillones al vapor y el buen vino gallego? Esta es tu ruta. Además de conocer la ría pontevedresa y su maravilloso paisaje, un paseo en barco dará una visión de los acantilados hasta llegar a las bateas donde se crían los mejillones. Allí mismo, y durante el recorrido, podrá degustar todos los que desee acompañados de buen vino de la tierra. Sin duda, es una de las rutas que más aprecian los turistas por varias razones, ya que, por un lado, se comen y se beben productos típicos de la tierra, se conoce un paisaje de película y también se disfruta de un placentero viaje en barco.
¿Seguimos en el mar?
Como ya se ha dicho, el binomio Galicia y Mar van de la mano, por eso, para los amantes del fondo marino es posible hacer una ruta con un barco que permite visibilizar ese paisaje. Sin duda, las costas atlánticas gallegas albergan especies de gran valor natural y ecológico, por eso, es una de las mejores opciones para los amantes del mar.
Antes de volver a tierra, un paseo por las Islas Cíes
Están dentro de un Parque Natural protegido, por lo que se precisa un pase que ofrece la Xunta de Galicia. Pero, una vez llegados al destino, podrá conocer una de las playas más hermosas del mundo, la Playa de Rodas. Se pueden practicar diferentes deportes náuticos, aunque quien quiera relax puede decantarse por una ruta de senderismo por su maravilloso paisaje que se puede otear desde el mirador del Monte Cepudo.
Vigo y Pontevedra, dos ciudades para quedarse
Las Rías Baixas, además de su legado natural, también están flanqueadas por ciudades que tienen mucho que ofrecer al visitante. En este sentido, es posible que el viajero tenga el gusto de visitar Vigo y Pontevedra. En un paseo por Pontevedra el visitante conocerá espacios como la Plaza de España o la Alameda que no los dejará indiferentes. Igualmente, el Casco Histórico de Vigo ofrece una amplísima oferta gastronómica, donde disfrutar de las típicas tapas gallegas será todo un acierto.
Visitar una bodega en O Rosal
En las Rías Baixas se produce un vino exquisito. Por eso, hacer una parada en las bodegas de O Rosal es adentrarse en una ancestral forma de extraer estos caldos que tienen conferida una sutileza que al paladar los hace especiales y es por ello que son apreciados en todo el mundo. Terras Gaudas, Valmiñor y Quinta de Couselo son bodegas muy conocidas que además ofrecen al visitante la venta de sus vinos, in situ, y les permite conocer el entorno donde se crían las vides de donde se extraen esos magníficos elixires.
En definitiva, conocer Galicia desde las Rías Baixas es hacerlo en un entorno encantador, con posibilidades infinitas y, sobre todo, que no dejará a nadie indiferente.