Article d'opinió de Joan Jordà, veí de Cocentaina
Llamado a la acción contra el acoso escolar: Una voz desde la experiencia
Aequam memento rebus in arduis servare mentem, (Horacio, I A.C.)
- Acuérdate de mantener la mente serena en los momentos difíciles
Hace aproximadamente una década empecé un nuevo ciclo en mi vida, un nuevo ciclo que cual tempestad huracanada removió los cimientos hasta desvelar la arcilla sobre la que moldear un nuevo rumbo.
Ahora y como cada año, un nuevo ciclo escolar empieza y, con él, nuevos casos de abusos y violencia entre y hacía menores surgirán. Tal y como indica un estudio del Ministerio de Educación elaborado por el grupo de investigación Imeca, de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), casi el 10% de los alumnos lo sufren en primaria. Esté artículo no pretende ahondar en la lacra cuando este se sufre, sino apuntalar la realidad cuando este, desaparece.
No existen ayudas, no existen programas y no existe soporte social adecuado. Esta es la realidad. Si el acoso no se solventa durante su duración, tú familia y tú estáis solos. Solos, frente al ostracismo social que tratará de negar la evidencia si lo haces público. Solos, frente a la realidad innegable del suceso que sin ayuda te atormentará. Y ante esta realidad, si tú familia posee la capacidad económica, podrás optar a un tratamiento terapéutico que podrá ayudarte a recuperar la estabilidad mental y social que os arrebataron. Si no, la falta de atención pública de psicoterapia te llevará únicamente a la farmacología para reducir los síntomas del Trastorno que has sufrido. Esta es la realidad, no hay otra.
Hay excepciones, siempre. Pero las leyes y derechos, no se construyen sobre excepciones.
De mí, durante la orientación laboral en mi último curso de calvario, se me dijo que no sacaría ni la E.S.O. Hoy, gracias al sacrificio y soporte económico de mis padres para la persecución de mis estudios y la asistencia a una terapia adecuada. Soy Ingeniero Informático, hablo cuatro idiomas, tengo varios títulos de Formación Profesional y trabajo en el extranjero con una buena proyección profesional e internacional. Además, he participado en la representación nacional e internacional de estudiantes universitarios y colaborado en un informe de Calidad Universitaria para el Ministerio de Universidades y, por supuesto, tengo la E.S.O.
Sin embargo, mi familia y yo, como muchas otras familias, hemos estado solas. Mis logros intelectuales son míos, pero dichos logros son el fruto del sacrificio de mis padres y nuestra fuerza de voluntad. El Estado del Bienestar, el Estado de Derecho y sus instituciones, nos fallaron.
Los protocolos, son necesarios. Pero son necesarias ayudas para quién ha sufrido una discriminación y ha visto mermados sus derechos por ser víctima de violencia escolar. Es necesario que se establezcan ayudas económicas para los estudios y que se garantice la atención psicológica adecuada.
Yo ya no lo necesito, muchos y muchas adolescentes lo necesitarán. Un 10% de la población prepuberal y adolescente.